En esta entrada, Gonzalo Castillo
y yo, Laura Rodríguez, analizaremos las principales diferencias de los modos de
vida de la gente que un día pobló nuestra tierra, a través de la vivienda. La
casa de la fortuna, y el museo de las claras, recogen los restos donde un día
se hizo vida de una manera completamente diferente.
Respecto a la casa islámica, tenemos una gran diferencia a la romana. El núcleo de la casa es el patio central, donde como norma general, encontraremos un pequeño jardín o fuente de agua. Aunque en esta estructura, es similar a la casa romana, el hogar y los modos de vida, tendrán un carácter mucho más privado, donde la vida se desarrollará hacia dentro en el caso islámico.
A este patio se adosan el resto de habitaciones que harán posible el desarrollo de la vida de una familia. Para definir bien el uso de las otras habitaciones, debemos de recurrir a los restos materiales que tienen asociados ya que en algunos casos, es difícil de saber con certeza. Cocina, alcobas, salones, establo, letrinas; son el resto de habitaciones que poseen que nos indicarán su carácter. Como ocurre actualmente, cada casa es una familia, y cada casa un mundo. Encontraremos hogares con una gran decoración con yeserías o incluso pinturas, como el caso de las casas de Siyasa, hasta las casas más humildes donde se cocina y se duerme.
La casa Romana, por otro lado, tiene una estructura muy bien marcada donde encontramos, habitaciones con nombre propios como: cubiculum, donde se duerme; el triclinium, donde se come, el tablinum; despacho del pater familias o un atrio, espacio interior que da a todas las habitaciones. Además, se suele dar de manera general, las tabernae, que son una especie de tiendas que están adosadas a las casas, aunque no sean parte de ellas. Vemos aquí, el carácter más publico de estas sociedades. ¿Quieres saber más? No dudes en visitar el blog de mi compañero:
Para concluir, añadir una curiosa expresión que usamos a menudo, que es el reflejo de que tenemos más de medieval de lo que pensamos. En la frase hecha de “hacer la cama”, proviene de la época de Al-Andalus. Los musulmanes cada noche antes de acostarse y cada día, al levantarse hacían y deshacían la estructura donde dormían.
Como conclusión, queremos hacer una pequeña reflexión. Nuestra historia está compuesta de periodos muy diversos, de grandes movimientos migratorios, nuevas gentes y costumbres. Sin embargo, de cada uno de ellos, tenemos algo, que nos forma, que es la suma de lo que actualmente somos y de que por muy lejos que veamos la historia, está más cerca de lo que pensamos.
o incluso pinturas, como el caso de las casas de
Siyasa, hasta las casas más humildes
donde se cocina y se duerme.
La casa Romana, por otro lado,
tiene una estructura muy bien marcada donde encontramos, habitaciones con
nombre propios como: cubiculum, donde se duerme; el triclinium, donde se come,
el tablinum; despacho del pater familias o un atrio, espacio interior que da a
todas las habitaciones. Además, se suele
dar de manera general, las tabernae, que son una especie de tiendas que están adosadas
a las casas, aunque no sean parte de ellas. Vemos aquí, el carácter más publico
de estas sociedades. ¿Quieres saber más? No dudes en visitar el blog de mi
compañero,
Casa de la Fortuna.
Para concluir, añadir una curiosa
expresión que usamos a menudo, que es el reflejo de que tenemos más de medieval
de lo que pensamos. En la frase hecha de “hacer la cama”, proviene de la época
de Al-Andalus. Los musulmanes cada noche antes de acostarse y cada día, al
levantarse hacían y deshacían la estructura donde dormían.
Como conclusión, queremos hacer
una pequeña reflexión. Nuestra historia está compuesta de periodos muy
diversos, de grandes movimientos migratorios, nuevas gentes y costumbres. Sin embargo, de cada uno de
ellos, tenemos algo, que nos forma, que es la suma de lo que actualmente somos
y de que por muy lejos que veamos la historia, está más cerca de lo que
pensamos.